Los áridos naturales también ayudan a la estabilización de suelos
En el ámbito del paisajismo, la arquitectura exterior y la construcción sostenible, los áridos decorativos han adquirido un papel cada vez más relevante. Más allá de su evidente valor estético, estos materiales naturales también cumplen una función técnica importante: la estabilización de suelos.
Esta doble utilidad los convierte en una solución integral para proyectos que buscan combinar funcionalidad, durabilidad y diseño.
Los áridos decorativos son materiales pétreos naturales, como gravas, cantos rodados, marmolina o piedra triturada, seleccionados principalmente por su color, textura y forma. Se emplean habitualmente en jardines, senderos, patios, plazas y espacios públicos. Sin embargo, además de embellecer, también actúan como estabilizantes naturales del terreno. Y entre los más demandados podemos destacar los de Decanto.
Aunque su uso suele asociarse al diseño paisajístico, los áridos decorativos también aportan beneficios fundamentales para la estabilidad del suelo:
Control de la erosión
Los áridos decorativos protegen la capa superficial del suelo frente a la acción del viento y la lluvia. Al cubrir el terreno, evitan que las partículas más finas sean arrastradas, reduciendo la erosión y la pérdida de suelo fértil.
Mejora del drenaje
Gracias a su naturaleza porosa y su disposición granulada, estos áridos permiten el paso del agua de lluvia, evitando encharcamientos y mejorando la infiltración. Esto es especialmente importante en zonas con suelos arcillosos o con problemas de compactación.
Reducción del crecimiento de malezas
Al cubrir el suelo, los áridos decorativos limitan la exposición al sol y dificultan el crecimiento de vegetación no deseada. Esto estabiliza el terreno al evitar raíces superficiales que puedan desestructurar el perfil del suelo.
Compactación controlada
En superficies transitables, como caminos o áreas peatonales, los áridos decorativos estabilizan el terreno sin necesidad de utilizar asfaltos u hormigones. Al ser compactados adecuadamente, forman una superficie sólida, permeable y duradera.
APLICACIONES COMUNES
Los áridos decorativos se utilizan en senderos de jardín, jardines secos (xeropaisajismo), taludes, glorietas, zonas de descanso y áreas recreativas. También son ideales para proyectos de urbanismo donde se busca integrar la infraestructura con el entorno natural sin perder funcionalidad.
Ventajas estéticas y ambientales
- Variedad de colores y texturas: Permiten diseños personalizados que se adaptan a estilos rústicos, modernos o minimalistas.
- Bajo mantenimiento: No requieren riego, poda ni tratamientos especiales.
- Sostenibilidad: Son materiales naturales, duraderos y reutilizables.
- Compatibilidad ecológica: No alteran la composición del suelo ni afectan negativamente al ecosistema.
Los áridos decorativos no solo embellecen espacios exteriores, sino que también contribuyen a la estabilización de suelos de manera natural y eficiente. Su uso combina criterios técnicos, ambientales y estéticos, convirtiéndolos en una opción ideal para proyectos que buscan durabilidad, funcionalidad y armonía con el entorno. Incorporarlos en el diseño paisajístico es apostar por una solución sostenible y visualmente atractiva.
